30 de diciembre de 2010
Recostado a medio campo reia, mientras mirando las estrellas quizo bajarle
una de ellas, miró sus ojos, hace cuanto lo esperaba. No tenia ni idea que
fuerza inatural lo habia hecho llegar hasta ahi, le extrañaron sus pulsaciones,
le extrañaron sus respiraciones, sin embargo era él, sujeto de poca apariencia
lleno de suerte. Era el momento especial de unir su alma con la de una más
fuerte, seres unidos por la misma escencia de la cual surgian algunas chispas
apenas se acercaban.
Él la tomo sobre sus brazos se acercó lo más que pudo, podia saborear un
exquisito perfumé que emanaba de su piel cobriza, que envuelta en un vestido de
seda hacia reflejar sus hermosas facciones, acerco sus labios a los de ella.
Todo se apago por un momento, todo inclusó él, sintio que el momento duraba
toda una vida que aún no habia vivido.
Lo llaman beso...
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