martes, 26 de noviembre de 2013

Carta despedida Gabriel García Márquez - No eres tú


En esta ocasión antes de continuar con la nota de hoy me gustaría hablarles de algo que me hizo pensar mucho en el alma de un escritor, que por más que el cuerpo parece estar en otra parte la mente y el corazón siempre van a ser una constante apesar de los años. Como comenté al principio de este blog, me considero gran fan de Gabriel García Márquez y fue para mi algo nostalgica la noticia que Don Gabriel se retiraba de la vida pública debido a un cancér linfático, de su retiro nos mostro una carta de la cual les compartó un pequeño fragmento que me gusto:



"Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no lo está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentaras el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo
.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento” “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan”.


Gracias Don Gabriel por ser fuente de mucha de mi inspiración.






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Esta vez no es sobre ti, esta vez no es algo que encontré en un viaje, es sobre un momento que viví, era algo tan sencillo, su simpleza me hizo reír, evitar no amar los ojos grandes es muy difícil, no era lacio, era más bien ondulado su cabello, es difícil encontrar a alguien así en estos días, flotaba sobre una especie de nube, no la podría llamar nube por que no era transparente y hetera, era más bien dorada de un color atardecer, casi sentía uno que le tostaba la piel, pero esto no tiene nada que ver con el recuerdo de ese día, se sentía como cualquier otro día, mi corazón te sonreía y mi razón se sentía convencida que era por su belleza, yo estoy segura que la razón se equivocó, sería un buen momento para reír y disfrutar de esta situación...
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